NOTIVIDA, Año V, nº 282, 21 de marzo de 2005

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

COMUNICADO DE LA ACCIÓN CATÓLICA

Ante la proximidad del Día del Niño por Nacer, la Acción Católica de la Ciudad de Buenos Aires anticipó un comunicado en el que denuncia al aborto como una violación al derecho fundamental a la vida, rechaza la manipulación genética y condena la eutanasia.

“El respeto por la dignidad de la persona –afirma la entidad- se manifiesta en el respeto por sus derechos. Estos derechos le corresponden al hombre por su propia naturaleza, siendo responsabilidad de las instituciones políticas protegerlos y ayudar a desarrollarlos”. Entre esos derechos destacan: la protección del niño y su madre antes y después del nacimiento, la protección de la familia, el acceso a la educación, a la salud, al trabajo y a la vivienda.

La institución reafirmó su compromiso con “los derechos humanos en su totalidad” y recordó que su vocación es la extensión del Reinado Social de Cristo.

Ofrecemos a continuación el texto completo de la declaración.

25 de Marzo de 2005 – DIA DEL NIÑO POR NACER

PARA SEGUIR APOSTANDO POR LA VIDA

La Acción Católica de Buenos Aires, fieles a la fe recibida en el bautismo y asumiendo la realidad que nos toca vivir, queremos hacer público nuestro compromiso con la vida desde su concepción en el seno materno y hasta la muerte natural, lo que implica denunciar al aborto como una violación al derecho fundamental a la vida, rechazar toda manipulación experimental o explotación del embrión humano; y condenar la prematura supresión de la vida por medio de la eutanasia.

La dignidad de la persona es un valor trascendente, reconocido siempre como tal por cuantos buscan sinceramente la verdad[1]; es indestructible, basada en el carácter único e irrepetible de cada hombre y cada mujer, por lo que nunca puede ser reducido, aplastado o anulado por el anonimato de la masividad, de las instituciones, las estructuras o del sistema.

Todo hombre y toda mujer, por más insignificantes que parezcan, tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar sin condiciones.

Toda vida humana merece por sí misma, sin importar la circunstancia, su dignificación.

El respeto por la dignidad de la persona se manifiesta en el respeto por sus derechos. Estos derechos le corresponden al hombre por su propia naturaleza, siendo responsabilidad de las instituciones políticas protegerlos y ayudar a desarrollarlos. Esto implica, entre otras cuestiones:

La protección del niño tanto antes como después de su nacimiento y de su madre, propendiendo políticas para la erradicación de la prostitución, de toda forma de explotación de niños y jóvenes y de la mortalidad infantil entre otros males.

La protección de la familia como expresión fundamental de la dimensión social del hombre y de su derecho a elegir libre y responsablemente sobre la  procreación y la educación de sus hijos.

La garantía de acceso a la educación, respetando sus creencias y convicciones, y a la capacitación continua a lo largo de toda su vida.

La implementación de sistemas de salud eficientes y de calidad que atiendan a la mejora del nivel de vida de la gente.

El fomento del trabajo que le permita a cada persona y a su familia tener acceso a un nivel de vida verdaderamente humano en el orden material, social, cultural y espiritual.

El acceso a una vivienda digna.

La atención particular de aquellas poblaciones más necesitadas, mediante políticas tendientes a fomentar el desarrollo personal y comunitario.

Nuestro compromiso está orientado a promover los derechos humanos en su totalidad, con la palabra, la acción y la colaboración, fieles a nuestra vocación de restaurar el Reino de Cristo en el mundo, comprometiéndonos en la defensa y el respeto por la vida desde su concepción y hasta su último aliento, y empeñándonos firmemente en la superación de toda injusticia y discriminación, a la luz de los principios evangélicos fuertemente arraigados en la cultura de nuestro pueblo.

           Que la Santísima Virgen de Lujan, Madre de Dios y patrona de nuestra patria, interceda ante el Señor para que la luz de Cristo resucitado ilumine a quienes tienen la responsabilidad de velar por la salvaguarda del valor de la vida humana.

Consejo Arquidiocesano de la Acción Católica de Buenos Aires

Buenos Aires, 25 de Marzo de 2005

Viernes Santo de la Pasión del Señor

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[1] Alocución del Papa Juan Pablo II -1/1/99- “El Secreto de la Paz Verdadera reside en el respeto de los Derechos Humanos”.

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NOTIVIDA, Año V, nº 282, 21 de marzo de 2005

Editor Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja

Coeditor: Lic. Mónica del Río

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