NOTIVIDA, Año X, Nº 700, 4 de junio de
2010 San Luis, Argentina “UNIÓN CIVIL”: MONS. LONA RATIFICA LA POSTURA DEL
EPISCOPADO El obispo de
San Luis, Mons. Jorge Lona, ratificó que: “tanto el matrimonio como la unión civil
entre personas del mismo sexo, significarían una discriminación injusta contra
el verdadero matrimonio y la familia” y recordó que
de la última declaración de la Conferencia Episcopal
Argentina emerge esta conclusión
“sin sombra de dudas”. Se
muestra sorprendido pues de que Sergio Rubín autoconstituyéndose en un “vocero
oficioso del Episcopado” haya dicho que
la Iglesia en Argentina “apoya la unión
civil para frenar el matrimonio gay” (Clarín, 01/06/2010)
y de que haya señalado como “operador” de esta defección a un obispo con
una postura clara y manifiesta. Con celo
pastoral el obispo puntano ha salido a aclarar este tema ante la opinión pública
y los senadores, en medio de “un debate amenazado por la confusión”. A
continuación la nota aclaratoria de Mons. Lona: La posición de
la Iglesia Católica ante el matrimonio y la unión civil entre las personas del
mismo sexo Hace apenas un mes y medio, el 20 de abril pasado, la última Asamblea
Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina dio a publicidad su declaración
“Sobre el bien inalterable del Matrimonio y la
Familia”. Allí, la posición de la Iglesia Católica fue presentada de modo
enteramente claro. Nos limitaremos a citar tres puntos de ese
documento: 3. Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el
varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su
función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad. Si se
otorgase un reconocimiento legal a la unión entre personas del mismo sexo, o se
las pusiera en un plano jurídico análogo al del matrimonio y la familia, el
Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes
al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la
sociedad argentina. 5. Constatar una diferencia real no es discriminar. La naturaleza no
discrimina cuando nos hace varón o mujer. Nuestro Código Civil no discrimina
cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo
reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco
entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el
derecho común. Por consiguiente, sería una discriminación injusta contra el
matrimonio y la familia otorgar al hecho privado de la unión entre personas del
mismo sexo un estatuto de derecho público. 6. Apelamos a la conciencia de nuestros legisladores para que, al decidir
sobre una cuestión de tanta gravedad, tengan en cuenta estas verdades
fundamentales, para el bien de la Patria y de sus futuras
generaciones. Se concluye sin sombra de duda que tanto el matrimonio como la unión
civil entre personas del mismo sexo, significarían una discriminación injusta
contra el verdadero matrimonio y la familia. Dicha conclusión ha sido reafirmada vigorosamente por Mons. Antonio
Marino –Presidente de la Comisión “ad hoc” de seguimiento de los proyectos
legislativos del Episcopado– en declaraciones públicas y en su intensa tarea
aclaratoria ante los legisladores. ¿Por qué nos parece necesaria esta aclaración, aparentemente
obvia? Porque de un modo sorpresivo, un periodista de destacada experiencia y
conocimiento de los temas eclesiales, en uno de los periódicos de mayor
circulación del país, se ha constituido a si mismo en vocero oficioso del
Episcopado para informar que la Iglesia ha decidido apoyar la alternativa de la
unión civil. Y se ha referido a “los contactos” que Mons. Marino mantiene en ese
sentido con los legisladores. Es inconcebible que se trate de ignorancia respecto a la declaración
pública del 20 de abril, de la Asamblea Plenaria de la CEA. O de ignorancia
sobre la muy conocida opinión y actividad de Mons.
Marino. Sólo nos queda el asombro ante una falta de lógica que raya en el
absurdo. Pero también la responsabilidad de aclarar este tema ante la opinión
pública y ante los senadores de nuestra provincia, para que puedan ser voces
iluminadoras, en un debate amenazado por la
confusión. Nos comprometemos a realizar un próximo aporte a esta problemática, tan
compleja como importante para el futuro de la
Patria. San
Luis, 4 de junio de 2.010. +Mons. Jorge Luis
Lona Obispo de San
Luis _________________________________________
NOTIVIDA, Año X, Nº 700, 4
de junio de 2010 Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro.
Dr. Juan C. Sanahuja Página web: www.notivida.org Email:
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