NOTIVIDA, Año XII, Nº 812, 1 de abril de 2012 RED FEDERAL DE FAMILIAS: DECLARACIÓN DE
SALTA Entre los días 30 de marzo y 1° de abril de 2012 se
celebró en la ciudad de Salta el Segundo Congreso
Nacional de la Red Federal de Familias. Al cierre del Primer Congreso
Nacional, celebrado entre los días 1 y 3
de abril de 2011 en la ciudad de Mendoza, oportunidad en que se presentó
públicamente la Red Federal de Familias, se reafirmó el compromiso de reconocer,
difundir y promover la vigencia en el orden social, de los siguientes principios
no negociables y constitutivos del Ideario y la finalidad de la Red: a) el
respeto y la protección de la vida humana en todas las etapas de su desarrollo,
desde la concepción y hasta la muerte natural; b) la estructura natural de la
familia fundada en el matrimonio de un varón y una mujer, abierto a la
transmisión de la vida; c) el derecho y deber originarios de los padres a educar
a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas; y d) la procura y
promoción del bien común como deber de gobernantes y gobernados.
Nuevamente, y con la activa participación de
aproximadamente mil quinientas personas, durante el desarrollo de este Segundo
Congreso se escucharon valiosísimas conferencias y conmovedores testimonios de
vida y acción; y se realizaron fructíferos trabajos en comisión referidos a
aquellos objetivos convocantes, trabajos que, una vez recolectados y ordenados
–según los organizadores- serán dados a conocer. Este año se presentan, de manera aún más acuciante,
los gravísimos desafíos que por entonces se tuvieron en cuenta y la Red Federal
de Familias consideró necesario reafirmar y precisar su posición, así como
coordinar actividades y empeñar sus esfuerzos para hacerles frente, en procura
de la defensa y efectiva vigencia de los principios y valores morales en los que
se asienta todo el orden y la armonía de esa organización
social. Una amplia gama de acciones, originadas en los
diversos órganos del Estado Nacional
apuntan, precisamente, a conculcar aquellos valores y principios. Sin
pretender agotar en su Declaración la enunciación y, mucho menos, el análisis,
la Red Federal de Familias se considera en la obligación de llamar la atención
de todas las personas de buena voluntad que habitan el suelo de nuestra Patria y
de convocarlas a la urgente y decidida defensa de los bienes en
peligro. Por ello, formuló la siguiente
declaración: SEGUNDO CONGRESO NACIONAL DE LA RED FEDERAL DE
FAMILIAS DECLARACIÓN DE SALTA 1°) La vida humana, cuya sacralidad, inviolabilidad e
intangibilidad –desde la concepción y hasta su muerte natural– sostenemos, se
encuentra seriamente amenazada por múltiples acciones del Estado entre las
cuales, por su actualidad, señalamos el inicuo pronunciamiento de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación que, violando todo derecho y sentando un
gravísimo precedente, abre de par en par las puertas al aborto y crea, en un
acto de arbitraria discriminación, la categoría especial de personas sin derecho
a la vida. 2°) El anteproyecto de Reforma de los Códigos Civil y
Comercial, recientemente elevado a la consideración del Congreso de la Nación
está saturado de disposiciones que atentan contra la vida, la dignidad y la
integridad de la persona humana. Así, al disponer que “la existencia de la persona
humana comienza con la concepción en la mujer, o con la implantación del embrión
en ella en los casos de técnicas de reproducción humana asistida”, además de
difuminar el concepto mismo de “concepción”, niega la categoría de personas a
los embriones no transferidos, que se consideran de ese modo como cosas, ajenas
al interés y a la protección de la ley y, por lo tanto, susceptibles de todo
tipo de manipulación, experimentación, comercialización, violencia o
destrucción. 3°) Los distintos proyectos de despenalización del
aborto reiteran, de diversos modos, los esfuerzos frustrados en los años
anteriores, concretamente en el último, de introducir la práctica del aborto
como jurídica y normal. Lo que es todavía más grave es que, en la misma línea
del ignominioso fallo de la Corte Suprema, no se limitan a declararla impune
sino que pretenden, privándola de su esencial naturaleza criminal, consagrarla
como un derecho de la mujer, el infame “derecho” de dar muerte al hijo
concebido. 4°) El proyecto mal llamado de “muerte digna”, que
obtuvo el año pasado la media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación,
bajo el pretexto de evitar el encarnizamiento terapéutico, legitima lisa y
llanamente la eutanasia, a pedido del propio paciente o de “allegados”, en el
supuesto de incapacidad del paciente, a causa de su estado físico o
psíquico. 5°) La institución familiar, que reconocemos como
anterior al Estado, núcleo central de la sociedad civil, comunidad natural de
vida fundada en el matrimonio natural constituido por un varón y una mujer, que
debería ser respetada y protegida por el Estado, ha recibido en nuestro sistema
jurídico positivo una herida mortal con la mal llamada ley de “matrimonio
igualitario”. 6°) La proyectada ley de “identidad de género
autopercibida”, no sólo es gravemente atentatoria al principio de identidad sino
que, al borrar legalmente las diferencias biológicas entre el varón y la mujer,
introduce una confusión más, si aún es posible, en los conceptos de familia,
paternidad y maternidad, filiación, relaciones parentales,
etc. 7°) Las reformas propuestas al Código Civil agravan,
si es posible, ese daño, al introducir arbitrarias y desatinadas pautas de
filiación, en materia de fecundación artificial, bajo la suplantación del dato
genético por el concepto de “voluntad procreacional”, con gravísimas
consecuencias en orden a la dignidad y a la identidad de los hijos afectados,
cuyo análisis excede este documento; y al admitir la figura de la “maternidad
subrogada”, cuya aberrante inmoralidad repugna no sólo a la dignidad del ser
humano, al que somete al comercio, sino a la misma noción de madre, por muchos
otros flancos atacada, llevando así a la destrucción del núcleo mismo de la vida
familiar, de la que ya ha sido desterrada la noción de paternidad y el principio
de autoridad. 8°) Toda esta confusión y desorden que se introduce
en el orden de la familia, de la que lo expuesto precedentemente es sólo una
enunciación parcial, trastorna radicalmente el principio y el ejercicio de las
obligaciones, responsabilidades y derechos que los padres tienen respecto de sus
hijos, principalmente en su educación. La injerencia intolerable del Estado en
materia de educación sexual, impuesta ya en los institutos escolares, es una
muestra más, descollante por su gravedad y por la corrupción moral de las
futuras generaciones que implica, del avance de los órganos y poderes públicos,
nacionales y provinciales, en el empeño de destrucción de la familia y del
tejido social de nuestra Patria. La despenalización del consumo de drogas,
recientísimamente propuesta desde el Poder Ejecutivo, es un paso más en el mismo
sentido. 9°) Por último, y sin que con esto pretendamos agotar
el inventario de los desafíos que nos propone este tiempo, no queremos dejar de
señalar, como ataques a la vida y a la integridad familiar y al bien común de
nuestra sociedad política, a las leyes, proyectos, planes y campañas, en el
orden nacional, provincial y municipal, de salud sexual y reproductiva, de
control de la natalidad, de injerencia del Estado en la vida familiar y en la
educación de los hijos y, en general, a todos los intentos –públicos y privados–
de introducir en las costumbres y en la jerarquía de valores de las futuras
generaciones de nuestra Patria una concepción materialista y hedonista de la
vida, puesta al servicio de la satisfacción egoísta de los caprichos del
individuo, en olvido del Bien Común de la sociedad a la que pertenece y de su
destino trascendente. Ante ello, la Red Federal de Familias compromete
poner como centro y fundamento de todo su accionar a la familia, sus necesidades
y sus sueños, en la firme convicción de que defender la vida y la familia, su
dignidad, su naturaleza y sus derechos, es defender la Nación. Creemos que no
todo está perdido y que la Providencia, a través de las circunstancias de
nuestro tiempo y de la realidad social y política de nuestra Patria, nos pone
frente al urgente e ineludible compromiso de dar testimonio, con nuestro
esfuerzo y con nuestro ejemplo, de que así es. Con la ayuda de Dios, todo es
posible. Dado en la ciudad y Provincia de Salta, el día
primero del mes de abril de dos mil doce. _________________________________________
NOTIVIDA, Año XII, Nº 812, 1 de abril de 2012 Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro.
Dr. Juan C. Sanahuja Página web: www.notivida.org Email: notivida@hotmail.com Para suscribirse al boletín
ingrese aquí _________________________________________
Citando la fuente y el autor, se autoriza la
reproducción total o parcial de los artículos contenidos en cada número del
boletín |